Frustrada e impotente masa social de un equipo con el que soy incapaz de no simpatizar: De saque, dejo aquí constancia del ascazo que me da que una actitud denunciable de unos tipejos que rigieron los destinos rojillos hace unos años vaya a suponer la imposibilidad de participar en la Conference League. Quiero creer (y, de hecho, creo) que el club al que sigo profesando una decreciente empatía no ha tenido nada que ver en la injusticia. Con todo, acostumbrado a los linchamientos de amplio espectro que sufro últimamente (desde Vox a los ertzainas peseteros pasando por los fascistas antifascistas), me arriesgo a una golpiza más y proclamo que si los rojillos son apartados por lo conseguido en el terreno de juego, el Athletic debe hacerse a un lado.