CREO conocer lo suficiente a la consejera y candidata a la alcaldía de Gasteiz, Beatriz Artolazabal, y a su equipo de comunicación como para que me sorprendiera una hueva un titular que se le atribuía y rulaba por Twitter con apostillas cargadas de vitriolo. Les transcribo el entrecomillado: “ETA fue un error; ante Franco se podía ser rebelde con kaikus o mendigoizales”. Ciertamente, si tal cosa hubiera sido dicha exactamente así, estaríamos ante una declaración digna de ser comentada con aspavientos. Confieso que durante una décima de segundo consideré la posible veracidad del enunciado, pero pronto mis veinte años de espeleología en el ultramonte mediático diestro me pusieron en situación de prevengan.

Algo me decía que estábamos en uno de los clásicos del cinismo periodístico, el que sostiene que no hay que dejar que la realidad te estropee un buen titular. Poco tardé en comprobar que volvíamos a estar en un episodio de eso que toda la vida hemos llamado bulos o paparruchas y ahora decimos fake news. Fue cuestión de acceder a las fuentes originales, la grabación y el texto escrito de la intervención de la consejera en el homenaje de la ikastola Olabide de Gasteiz a la andereño Izaskun Arrue y a la gran mentora Elbira Zipitria. Efectivamente, en un momento del discurso, Artolazabal dice que ETA fue un error. Luego pasa a glosar el activismo pacífico de Zipitria y Arrue, y un rato largo después, habla de pequeños gestos de la sociedad vasca para rebelarse contra el franquismo, entre ellos, lo del kaiku. Un simple corta-pega construyó una declaración que jamás salió de labios de Artolazabal. Así funciona esto.