Aires de fiesta en los diarios de orden por la victoria del tridente Meloni-Salvini-Berlusconi en las elecciones italianas. Bien es verdad, como van a ver en esta primera cata, la intensidad de la alegría varía según las cabeceras. E incluso la forma de nombrar a los triunfadores de los comicios y, en especial, a su lideresa.

"La desesperación de la poderosa izquierda mediática española es comprensible"

Francisco Marhuenda (La Razón)

La victoria del centro derecha italiano”, titula con todo el desparpajo Francisco Marhuenda su pieza en La Razón. En realidad, se trata de una cuchufleta dirigida a sus colegas del otro lado de la línea imaginaria: “La desesperación de la poderosa izquierda mediática española es comprensible, porque la realidad no encaja en sus relatos imaginarios. Por supuesto, en España también gobierna el centro izquierda, y ya todo el mundo sabe que Podemos, los bilduetarras y los independentistas, son un modelo de centralidad”.

"Ni en Italia ni, por supuesto, en Suecia, se avecina un apocalipsis ni la Unión Europea corre el menor riesgo de ruptura ni peligra la democracia"

Editorial (La Razón)

En el titular del editorial del diario azulón, sin embargo, se cae lo de “centro” y la cosa se queda en “El milagro imposible de la derecha italiana”. La alegría por el triunfo es la misma: “Pero que nadie se alarme. Ni en Italia ni, por supuesto, en Suecia, se avecina un apocalipsis ni la Unión Europea corre el menor riesgo de ruptura ni peligra la democracia. Todo lo más, y no es poco, se pondrá el acento en otras políticas económicas y sociales, que no aspiran a transformar la sociedad, forjando un nuevo paradigma ciudadano, sino a procurar alivio a los sectores productivos y mejores condiciones de vida para los hogares”.

Con todo, el premio a la forma más descarrachante de presentar la noticia se lo lleva El Debate, que lo cuenta así en su apertura a todo trapo: “La aliada de Vox Giorgia Meloni conquista el Parlamento en Italia”. Enseñando un poco más la patita, la pieza presuntamente de análisis, firmada por Aquilino Cayuela, lleva este encabezado: “Un gobierno de Meloni en Italia, la mejor opción para la estabilidad en la Unión Europea”. Y debajo, la apostilla: “Pese a las alertas lanzadas desde el establishment europeo y los partidos de izquierda, para Italia y para la Unión Europea una Meloni fuerte en el gobierno sería la mejor opción”.

En The Objective, José García Domínguez también dulcifica la imagen de la más que probable nueva primera ministra italiana: “Porque Meloni no encarna ninguna nostalgia del pasado fascista, Meloni encarna la nostalgia de aquella Italia difunta, la próspera y boyante previa a la unificación monetaria”.

Y en el mismo medio digital nos encontramos con Lucía Etxebarria —se lo juro— metida a fina y sesuda analista internacional. La acusada varias de veces de plagiaria firma un texto kilométrico, con párrafos con el que les copio y pego: “Ni siquiera he visto los titulares de determinados diarios progresistas españoles, pero me los puedo imaginar. Titulares apocalípticos convenciéndonos de que estamos poco menos que al paso de la cuarta guerra mundial en Europa, porque llega el fascismo aplastándonos con sus botas de suela de clavo. Esos diarios hablarán de los derechos de los migrantes y del retroceso del colectivo LGTBIQ+ (la secta abecedario, para entendernos). Porque cuando te hablan de derechos abecedario y de migrantes tú lo entiendes de forma inmediata, y reaccionas de manera emocional”.

"Ayuso, Cayetana y Olona echarían a Sánchez de la poltrona"

José Alejandro Vara (Vozpópuli)

La guinda corre a cargo de José Alejandro Vara, que en Vozpópuli aprovecha el viaje para dedicar una oda a varias mujeres de la diestra, con subrayado especial para tres españolas: “Tiembla Italia, castañetea la zurda europea. Se asienta Liz Truss, premier británica que ha sobrevivido con nota al interminable sepelio de la reina eterna. ‘Ayuso, Cayetana y Olona echarían a Sánchez de la poltrona’, comentan algunos fieles de las respectivas. No habrá tal, pero el triángulo tendría su morbo. Y quizás, sus votos. Poco que ver con la imagen que ofrecen las ministras rancias del sanchismo, tan escasas de talento, limitadas de oratoria y desprovistas de conocimiento, que apenas son capaces de hilvanar idea alguna más allá del iracundo ladrido”. Mañana, nueva entrega, apuesten algo.