Día de manos en la cabeza. Sánchez ha enfadado a Argelia con su abandono de los saharauis a cambio de nada y las consecuencias han sido las predecibles. Los argelinos borran a España de su lista de amigos y de receptores de gas, que es lo que más duele. Nunca debiste hacerlo, Pedro, le viene a decir al presidente español el editorialista de ABC: "El Gobierno negoció a oscuras con Rabat, cometió un error tratando en España de incógnito al líder del Frente Polisario, y terminó por encrespar al régimen marroquí. Para resolverlo, se sometió al chantaje de Rabat y las consecuencias de momento son estas: menos gas, más caro y una diplomacia de bajura".

También en el diario vetusto, Ignacio Camacho lamenta la pérdida y (no les voy a decir que sin razón) apunta a las cloacas: "Todo es opaco, turbio, equívoco, en este escándalo de espionaje que La Moncloa trata de ahogar bajo el socorrido manto del secreto de Estado. En ausencia de un relato claro cualquier ciudadano tiene derecho a especular con la posibilidad de que la entrega de facto del Sahara sea consecuencia de un trato subterráneo. Desde el indulto de los separatistas catalanes es conocida la permeabilidad del sanchismo a la extorsión política".

El editorial de El Mundo incide en lo mismo y termina señalando los bolsillos que resultarán mordidos por el enfado argelino: "Argelia replicó fulminantemente. Primero, por la tarde, al suspender el Tratado de Amistad con España. Después, por la noche, ordenando a sus bancos bloquear las relaciones comerciales. A nadie se le ocultan las previsibles consecuencias de este portazo en la factura del gas, que depende en buena medida del suministro argelino. Si se logra restablecer la amistad será a un alto precio, en mitad de una escalada inflacionista y una guerra de la se ve el final. El coste del cesarismo irresponsable de Sánchez lo vamos a pagar todos los españoles".

Otro que la coge llorona es Pedro J. Ramírez en su Rugido (así se llaman los editoriales de El Español, se lo juro). Y una vez no soy capaz de rebatir sus argumentos: "Pero la cacareada recuperación de la "buena vecindad" con Marruecos ha sido un espejismo. Y se ha roto la que ya existía con Argelia. La debilidad de España como potencia regional en el Magreb es ya un clamor. España ha hecho un negocio pésimo".

José Antonio Zarzalejos está tan irritado, que habla en el título de su pieza de "El otro desastre de Annual", nada menos. Desastre, sobre todo para el propio Sánchez y su gobierno, que según el opinador de El Confidencial, están ya en tiempo de descuento: "La soledad en que se hundió el secretario general socialista en su comparecencia de ayer en el Congreso persiste en una decadencia parlamentaria irreversible si se conecta el varapalo por el Sáhara con otros asuntos, como la ruptura con Argel, en los que Sánchez ya sabe de antemano que ha fracasado. Empezando por el presupuesto de 2023. No lo habrá. Y así, paso a paso, se está labrando el gran fiasco de la coalición progresista, que continúa en su precipitado desplome".

Fuera de la cuestión de la recién estrenada enmistad argelina, les traigo a Alfonso Ussía haciéndose el ofendido por la enésima investigación fiscal de los marrones del emérito: "Si quieren perseguir al Rey Juan Carlos por no declarar las monterías a las que ha sido invitado, que me persigan a mí. Pero que me avisen previamente y con tiempo para pedir el crédito o preparar el recurso contra la sanción de Hacienda. A este paso van a perseguir al Rey Juan Carlos por no haber declarado el regalo de Primera Comunión de sus nietos". Pobre campechano.

Y les termino con una de Francisco Marhuenda, oporsitando ahora a escritor de discursos y asesor de estilo de Pedro Sánchez. Al director de La Razón le desagradó que el presidente le dijera a Feijóo que el PP estorba. ¿Qué le debería haber dicho entonces? Pues esto: "Es más acertado aducir que su labor no es constructiva, que no quieren alcanzar acuerdos, que se han instalado en la negación permanente o que no dan la altura. No es que esté de acuerdo con ello, solo me limito a ofrecerle alternativas alejadas de la soberbia construcción ideológica de que la oposición molesta". La postilla final también tiene su puntito.