Permítanme el juego de comparaciones. Utopia Planitia (en latín “llanura de ningún lugar”...) es una extensa llanura localizada en el hemisferio norte del planeta Marte, donde aterrizó la sonda de superficie Viking 2 el 3 de septiembre de 1976. Viene al caso esta localización geográfica extraterrestre porque Utopia Planitia es el título de la webserie que a finales de 2019 rodó en Bilbao George Reese, quien escogió la villa como escenario de los dos últimos episodios de esta serie de distopía futurista, cinco de los cuales ya habían sido rodados en los Estados Unidos. He dicho en Bilbao y me quedo largo. En realidad los exteriores se filmaron junto al edificio de Grandes Molinos Vascos, la emblemática fábrica de harinas de Zorrotza, construida en 1924 en la confluencia de los ríos Cadagua y Nervión y declarado Bien Cultural calificado por el Gobierno vasco en 2008. He ahí la magia del cine, capaz de convertir Bilbao en Marte por unas horas.

Hoy, cuando regresan a la actualidad los Grandes Molinos Vascos resulta atractivo ver lo que fue. Albergaba en su interior 23 silos, 15 de ellos con envergaduras de 22 metros y con capacidad para almacenar hasta 75 toneladas de grano. Con semejantes capillas cualquiera hablaría de una catedral industrial de altos vuelos pero tanta ilusión se vino abajo bien pronto. Dejó de utilizarse en 1929 debido a la crisis de precios y las malas cosechas.

Fíjense en el año. El crack del 29, escenificado en el desplome de Wall Street, hacía estragos no solo en Nueva York, donde se firmaba el acta de defunción de los happy twenties, sino en medio mundo. No en vano, una de las razones consideradas como claves para su expansión fueron los excedentes del sector agrario sin vender que provocaron la precipitación de los precios del grano en medio mundo. He ahí una de las circunstancias que provocaron el cierre de una fábrica el mismo año en que nacía la Liga de fútbol y en la que Mr. Pentland llegaba al Athletic para hacerlo más grande si cabe de lo que ya era.

Hoy los Grandes Molinos Vascos reaparecen en escena, se anuncian sus cuidados en pleno siglo XXI y el Athletic vuelve a vivir un tiempo de luces. Como si la noria del tiempo girase y girase para detenerse en un espacio similar al de aquel entonces. Casi un siglo más tarde ambas historias regresan a las primera páginas de la actualidad. Curiosidades de la vida.