Con ustedes, una nueva lección de cartografía, el diseño del nuevo mapa fiscal de la villa sobre el que se trazan los tesoros y las pobrezas que se distribuyen por la ciudad. El precio del suelo (buen, en realidad el valor catastral se actualizará un poco más adelante...) y de los usos que se hacen de él, eso es lo que se traza en esta tabla de ajustes que coloca a cada calle en función del estilo de vida que gasta el vecindario. Vamos, que cada cual pagará por los servicios en función de los dineros que tenga, dicho en plata y con letra gruesa, sin pormenores ni detalles.

La ciudadanía pagará sus tasas en función del tramo que se haya asignado a la zona en la que está su vivienda. En 2025 se tendrá en cuenta este nuevo callejero fiscal para el cálculo de actividades Económicas (IAE), de la tasa de basuras, de la tasa de aperturas y de las tasas de ocupación de la vía pública. No se reflejará, por ejemplo, en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), ya que su cálculo se lleva a través de los valores catastrales que la Diputación Foral de Bizkaia volverá a actualizar este septiembre.

¿Era necesario algo así? Al parecer sí. La anterior clasificación correspondía a 1987, cuando Bilbao era otra ciudad, bien distinta. ¿Quieren un ejemplo? Ametzola era una playa de vías de tren y hoy es un parque de lo más atractivo: las calles Lehendakari Aguirre y San Francisco pertenecían a la misma categoría y en nada se parecen hoy ambos vecindarios. Habrá quien saque beneficio del nuevo diseño y quien ponga el grito en el cielo pero todo se ajustará más a la realidad que nos rodea. Lo dicho, parecía justo y necesario.

Los mapas más antiguos que se conocen son unas tablillas babilónicas de hace unos 5.000 años. No obstante, los primeros mapas con fundamento científico provienen de Grecia, y se basan en tratar de reproducir con fidelidad informaciones aportadas por viajeros diversos, intentando conjugar esas informaciones. Se afirma que Tales de Mileto elaboró el primer mapamundi en el que se concibe al mundo como un disco que flota sobre las aguas. Han ido mejorándose y las ubicaciones hoy se calculan con el GPS o cualquier otro adelanto tecnológico. Todo va ajustándose, ya les dije. Era de cajón que llegase este nuevo mundo fiscal.