ES una historia sinfín, como los viejas novelas por fascículos que tanta fortuna lograron. Quizás no las recuerden así que recurramos a un ejemplo. Las penurias económicas de Dickens inspiraron sus mejores novelas (Oliver Twist, David Copperfield, Tiempos difíciles), de gran contenido y crítica social. En 1836 su editor le ofreció escribir un serial con entregas mensuales: Papeles del Club Pickwick, que le darán una gran fama. A la vez escribió para otro editor una novela por fascículos semanales: Oliver Twist, donde muestra con crudeza la difícil vida de los más pobres. Obtuvo un enorme éxito con ella. Vista la gran acogida y la popularidad alcanzada lo primero que uno piensa es que el siglo XXI ha perdido una virtud de tiempos pasados: la paciencia.

En el enésimo capítulo del Extraño, curioso y enrevesado caso del Tren de Alta Velocidad en la Muy Noble Villa de Bilbao podemos leer que el Gobierno autoriza el convenio para el nuevo acceso de alta velocidad en la estación Abando con 226 millones de inversión. Ocurrió hace casi 34 años. Mientras en Sevilla se colocaba la primera piedra de lo que sería la primera línea de alta velocidad en España, en Euskadi se terminaba el boceto de su propio proyecto. Todo parecía programado para ir encadenado. Y ya ven, ahora dan la autorización. Vaya uno a saber en qué fascículo, de qué capítulo, de qué libro se publicará la llegada.

En el nuevo documento se encomienda a la Administración vasca la redacción de proyectos y la construcción de la plataforma de acceso a la estación de Bilbao-Abando. Como en aquellos libros de Dickens de los que les hablaba, así ha ocurrido. No en vano, el término inglés dickensian (dickensiano), según dice el diccionario, es aquello que no alcanza las condiciones mínimas de vida o trabajo que garanticen la dignidad humana, pero también puede aplicarse a las trabas burocráticas, la lentitud de la justicia, la vida urbana regida por la cobardía y el individualismo. ¿Trabas burocráticas, lentitud...? Vamos, como si el viejo tío Charles hubiese escrito de su puño y letra esta historia del TAV.

Mientras tanto, aquí estamos, con noticias más frescas. Los camiones pagarán en el corredor del Txorierri y en la A-8 a partir de 2024. Qué no darían los camioneros de hoy en día para que esta nueva norma no la hubiese escrito el mismísimo Charles Dickens a su ritmo.