NADIE puede tocar solo una sinfonía, se necesita una orquesta para hacerlo. Es justo eso, la búsqueda de músicos que hagan sonar a las mil maravillas una sociedad que pretende aligerar las tasas de paros ofreciendo oportunidades a quienes más dificultades encuentran por el camino.
Esa sensibilidad es la demostrada por Bilbao, una ciudad que está en un continuo progreso. La villa anunció ayer que creará en el próximo año 547 nuevos puestos de trabajo a través de sus planes de empleo, que en esta ocasión pondrán el foco en los jóvenes y los colectivos más vulnerables. Como novedad, se ha creado un programa específico que ofrecerá una primera experiencia laboral a los menores de 30 años recién titulados en el propio Ayuntamiento. El plan tiene un aspecto fantástico.
Hay días en que se cruzan las casualidades. Bien podemos hablar de nuevas oportunidades, ¿están de acuerdo? Aprovecho entonces para recordarles que la palabra oportunidad viene de la frase en latín ob portum, hacia el puerto, una expresión que se refiere a un viento favorable que permite a los barcos entrar en el puerto de forma segura.
¿Un viento favorable? Si recordamos días como el de ayer, con la ciclogénesis explosiva en plena expansión resulta casi hasta ingenuo pensar en vientos favorables pero a buen seguro que estos planes ofrecen una climatología que propicia que salga el sol, que suene bien la orquesta, como les decía.
No sé si es importante, pero nunca es demasiado tarde para ser quienes queremos ser. No hay límite en el tiempo, puedes empezar cuando quieras. Puedes cambiar o seguir siendo el mismo. No hay reglas para tal cosa. Podemos aprovechar las oportunidades que nos aparecen en el camino o echarlo todo a perder.
Con más literatura nos lo dijo Víctor Hugo. “El futuro tiene muchos nombres”, subrayó. “Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”. Visto así me atrevo a lanzarles un consejo a quienes están en la nómina de la gente necesitada: atrévanse, sean valientes y no cojan el rábano por las hojas sino por las raíces; apuesten por el cambio si surge la ocasión.
Es posible que la oferta no cuadre del todo con sus habilidades. No olvide que a casi todos nos da miedo lo desconocido. No debería ser así. No es más que el comienzo de una aventura, una ocasión de crecer.