LA construcción de un edificio genera un gran impacto en la economía de una sociedad, el bienestar de las personas que la conforman y el medio ambiente. Y lo mismo pasa con su uso, rehabilitación y demolición. Mientras uno reflexiona sobre estas líneas maestras asalta una idea general: el camino hacia el éxito siempre está en construcción, idea que encaja con las propuesta de Tecnalia, una firma vasca que se expande por los cuatro rincones de la tierra. En el archipiélago de Galápagos, sin ir más lejos, donde han puesto sus manos para el impulso de una construcción sostenible, la más hermosa de las ideas para poner en pie. Hasta allí han ido a dejar sus huellas.

¿Cómo se levanta el gran rascacielos de esa idea de la construcción sostenible?, nos preguntamos la gente profana. Y preguntamos a quienes conocen los cómos y los paraqués. Al parecer cuentan con peso de carga la elección y ocupación de un terreno, el consumo de recursos naturales y energía, la creación de materiales y su transporte, la emisión de contaminantes, la gestión de residuos, etc. Pero el conocimiento no se resume en la sabiduría, requiere el plus de la experiencia que le enseña a uno el camino. Esa idea ha llevado desde Tecnalia hacia esas tierras del Pacífico que pisó Charles Darwin para establecer su teoría de la evolución por la selección natural. Sabiendo y comprobando una y otra vez.