Decenas de menores de Extremadura han denunciado que circulan fotos de falsos desnudos creados por inteligencia artificial. El caso de Almendralejo es la demostración más cruda de que la inteligencia artificial está en nuestras vidas para lo bueno y para lo malo. Esta misma semana, la vicepresidenta Nadia Calviño urgía en el Parlamento Europeo al resto de instituciones de Bruselas, para aprobar el Reglamento de la UE sobre IA, si queremos que sus bondades se amplíen y sus riesgos se minimicen. Tras la aprobación de la posición de la Eurocámara adoptada el pasado 14 de junio de 2023, restan ahora los llamados trílogos, la negociación entre Parlamento, Comisión y Consejo. La importancia de que vea este reglamento reside en que se trata de una norma que no requiere transposición en cada Estado miembro, es decir, es de obligado e inmediato cumplimiento en toda la Unión una vez aprobado.

Puntos clave del reglamento

La primera gran cuestión que se debate es el ámbito de aplicación del Reglamento, donde el problema radica en definirlos adecuadamente dada la velocidad en que está incorporándose la nueva tecnología disruptiva. Otro punto básico es el equilibrio entre el apoyo a la innovación para que se desarrolle adecuadamente en la industria de la Unión Europea y las prohibiciones en su uso, relativas a la protección de las libertades y los derechos fundamentales, así como el régimen sancionador. No son pocas, pues, las cuestiones polémicas aun por debatir como la lista de categorías de IA de alto riesgo y sus requisitos imperativos; la prohibición o no de la identificación biométrica en tiempo real y en diferido; la protección de la propiedad intelectual y un largo etcétera. Pero lo más importante es que la base de partida del reglamento europeo sitúa a la persona en el centro de la regulación, lo que representa el verdadero hecho diferencial respecto a la IA china.

Enfoque europeo de IA

El enfoque de la UE con respecto a la inteligencia artificial se centra en la excelencia y la confianza, con el objetivo de impulsar la investigación y la capacidad industrial, garantizando al mismo tiempo la seguridad y los derechos fundamentales. La forma en que nos acercamos a la inteligencia artificial (IA) definirá el mundo en el que vivimos en el futuro. Para ayudar a construir una Europa resiliente para la Década Digital, las personas y las empresas deben poder disfrutar de los beneficios de la IA sintiéndose seguras y protegidas. La Estrategia Europea tiene por objeto convertir a la UE en un centro de excelencia mundial para la IA y garantizar que esté centrada en el ser humano y sea fiable. Este objetivo se traduce en el enfoque europeo de la excelencia y la confianza a través de normas y acciones concretas. Los objetivos son claros: permitir el desarrollo y la adopción de la IA en la UE; hacer de la UE el lugar donde prospera la IA desde el laboratorio hasta el mercado; garantizar que la IA funcione para las personas y sea una fuerza para el bien en la sociedad y construir liderazgo estratégico en sectores de alto impacto. Suena muy bien, pero lo difícil es aplicarlo.

Prioridad

Durante los próximos meses, el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión desarrollarán las negociaciones para terminar de cerrar el texto definitivo, que en principio será aprobado antes de final de año y bajo presidencia española del Consejo de la UE, que siempre la ha considerado una de sus grandes prioridades. Queda por ver también la supervisión de la IA, que el Parlamento propone sea única, pero que lo normal es que tenga una agencia pública por Estado miembro con una de coordinación de los 27. La cierto es que la realidad del día a día está poniendo a prueba la capacidad de la UE para gobernarse en tiempos tan trepidantes. Nos precede la fama de lentos e ineficaces como organización supranacional, pero las últimas crisis como la pandemia y la guerra de Ucrania nos han obligado a reaccionar y cambiar la toma de decisiones. La IA es el nuevo desafío y veremos si estamos a la altura de las necesidades.