DESPUÉS de haber vivido en cinco países, haber trabajado con más de treinta, haber aprendido seis idiomas y montar una empresa en Japón, Thomas Trincado, de raíces anglovascas, decidió montar una empresa que consiguiera hacer de la mejor manera posible aquello que llevaba tanto soñando en sus viajes: conectar el mundo a través de sus lenguas. Con la ayuda de la incubadora de negocios Demium, formó un equipo de programadores y expertos en marketing que le ayudarían a materializar Berba, una plataforma que ofrece traducción profesional en cuestión de horas. Su plataforma ya cuenta con más de 500 traductores de todo el mundo, que junto con la ayuda de inteligencia artificial, procesamiento del lenguaje natural y herramientas avanzadas de traducción automática, son capaces de gestionar un enorme volumen de proyectos y traducirlos a altas velocidades, con toda la calidad de la traducción humana. “Si alguien en San Francisco necesita traducir algo para mañana, tres traductores, uno en Japón, otro en India y otro en el Reino Unido, lo hacen en menos de 24 horas. Nuestro software se encarga de calcular el tiempo, dividir la tarea entre los traductores y, con inteligencia artificial, evitar errores comunes que surgen por tener a varias personas trabajando en un solo texto.” En el futuro, buscan recibir financiación para desarrollar mejores tecnologías y convertirse en el Amazon Prime de la traducción. En un mundo cada vez más globalizado, Berba está para quedarse; y el que traduce no es traidor.