N un partido tedioso como el de ayer, de esos que no hacen afición, al menos entre las filas rojiblancas, González Fuertes estuvo por encima del partido. Hay que decir, sinceramente, que el colegiado asturiano tuvo una actuación bastante buena. Bien técnicamente, llevó el encuentro con tranquilidad y no dudó en ningún momento de aplicar el reglamento cuando fue necesario. Que se lo digan a Akapo y Negredo, que fueron expulsados por doble amarilla. Ambos jugadores del Cádiz se merecieron las dos tarjetas que vieron. Especial relevancia tiene la segunda amonestación del delantero gaditano, que se tiró dentro del área para intentar engañar al árbitro. Parece mentira con las batallas que tiene Negredo que intentara eso. Por lo demás, no hubo ninguna jugada conflictiva dentro de las áreas y González Fuertes acertó al señalar el gran número de fueras de juego que se produjeron. Tampoco tuvo que actuar el VAR, por lo que en ese aspecto fue un arbitraje sin complicaciones.