ICE Florentino Pérez que la Superliga a la que ya solo se aferran Real Madrid y Barça es para salvar al fútbol y beneficiará a los más modestos. Ese es su resumen. Aquí va el mío: 7 de los 10 clubes con mayor deuda del mundo están entre los 12 promotores originales; la de los tres de LaLiga supera los 1.000 millones de euros. Los datos de la consultora suiza CIES Football Observatory y de la internacional KPMG acreditan que la situación de sus socios ingleses e italianos es sensiblemente peor. Pero Real, Atlético y Barça han gastado en la pasada década ellos solitos el 57% del total de inversión en fichajes de LaLiga en un colectivo de una treintena de equipos, contando a los ascendidos en ese periodo. En concreto, el Barça gastó 1.525 millones; el Real, 1.236; y el Atlético, 1.110. Los tres han copado títulos de Liga y acceso a Champions en ese tiempo. Sumen el reparto por derechos de televisión, que no tiene nada que ver con el equilibrado sistema de la Premier y ya intuirán a quién favorece, aunque piden más. Así que, acostumbrados a competir dopados de dinero, necesitan otro subidón porque les viene un mono importante. Ahora, que explique Florentino cómo su club privado va a salvar a los modestos en una competición doméstica a la que quiere mermar los ingresos televisivos (que irían a su txoko) y a la que su Madrid llegaría más hipertrófico de lo que está.