Unos okupas apalean a un director premiado con un Oscar y la Policía le detiene –al cineasta– y no se sabe de él. Un alcalde anuncia que va a ser candidato a la presidencia de su país y el régimen le detiene de inmediato, acusado de terrorista. El recién nombrado responsable de Defensa de una potencia nuclear utiliza un chat para compartir secretos militares. Las tramas dan para tres novelas pero son la misma y se solapan: un día cualquiera en la deriva global. Sitúen el primer caso en Palestina –y donde pone okupas pongan colonos–; el segundo, en Turquía y el tercero en EE.UU. No se aburre uno. Por desgracia.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
