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Jai Alai

Turrón del bueno

Escucho a mis compañeros y compañeras hablar de que ya hay turrón en las estanterías de los supermercados. Añoro el tiempo en el que la delicatessen en cuestión aparecía a principios de diciembre y, en casa, solo en las cenas de los festejos navideños. Era el anuncio, precisamente, de que llegaban los tiempos de reunión familiar y de ver en la mesa obsequios gastronómicos que no teníamos el resto del año. La reflexión me lleva a ser agradecida con la vida y a tener un ejercicio de responsabilidad con los que no tienen la fortuna de la que gozo yo. Que nuestro estado del bienestar no invisibilice la pobreza. Se lo debemos.