Siempre me ha fascinado la conquista del espacio. Conocer cómo fue aquello de ver quién se convertía en la primera potencia en llegar a la Luna; luego a Marte; luego hasta el infinito y más allá. La tragedia de la perra Laika, cuyo cuerpo jamás regresó, y todas las anécdotas habidas y por haber. Como la del Apolo XIII, que no pudo alunizar y sus tripulantes se las tuvieron que ingeniar para regresar sanos y salvos. Ayer, la India consiguió convertirse en la cuarta potencia mundial que logra llegar a nuestro satélite. Un éxito que demuestra que aquel afán de conquista del ser humano sigue hoy intacto a pesar de que han pasado 66 años.