Señales papales

NADIE sabe a ciencia cierta qué pasa por la cabeza del Papa pero sus declaraciones y actos en los últimos tiempos han levantado las especulaciones sobre su posible renuncia. Un día afirma que si abandona “no sería una catástrofe”, otro día nombra a 19 cardenales en una ceremonia que –dicen– destilaba un “ambiente de despedida” y ayer se fue a visitar la tumba de Celestino V, el primer Papa en renunciar al cargo. Lanzando señales, el Papa es un festín para semiólogos. Como los del Señor, los designios del Papa también son inescrutables. l