aGaritano se le plantea un problema nuevo. Las lesiones se le acumulan y ello coincide con la fase decisiva del campeonato. Justo cuando el equipo consigue instalarse en un puesto que da derecho a jugar en Europa el año que viene, sucede que el parte médico se llena de incidencias. Todavía no está de todo claro cuál es la gravedad de todas las lesiones, aunque ya se ha adelantado que alguno de los afectados se perderá lo que resta de calendario.

Son cuatro los hombres que han quedado fuera de combate casi al mismo tiempo y se da la circunstancia de que se trata de piezas inamovibles en la pizarra del entrenador, al menos en tres de los casos. Y hay más porque en un equipo que ha fundamentado en el balance defensivo su progresión en la tabla, resulta que Ander Capa, Yuri Berchiche y Dani García copan gran parte de las posiciones de retaguardia. El trabajo de contención es asunto que compete a los once que saltan al campo, pero por algo los citados han sido fijos en las alineaciones hasta la fecha, dos en los laterales y el tercero como centrocampista de cierre, siempre cercano a la pareja de centrales.

Garitano nunca ha dudado en contar con sus servicios si han estado en condiciones, una observación que podría hacerse extensiva a Williams, Raúl García y el portero, pero tampoco es casualidad que la zaga sea la línea que menos ha tocado al cabo de cuatro meses. Por supuesto existen alternativas y no es menos cierto que el responsable ha reiterado públicamente su confianza en toda la plantilla, lo que no quita para que la distribución de minutos haya establecido una jerarquía concreta que dejará de tener vigencia en los encuentros venideros.

Van a ser muchos cambios de golpe y no únicamente para rendir visita al Bernabéu. Tres días más tarde el Athletic acudirá al estadio del Leganés y a la vuelta de Madrid, con otros tres días de margen, está fijado el derbi con el Alavés. La mitad de las seis jornadas que conducen al final de la liga se ventilará en una semana a partir de este domingo, dato que en principio no induce a mirar con optimismo posibles recuperaciones entre los indispuestos.

Son cosas que pasan, las lesiones llegan sin avisar y el Athletic no puede quejarse demasiado. Aparte de que nada adelanta haciéndolo, en la trayectoria de Garitano el mayor contratiempo de índole física lo ha protagonizado Aduriz y luego estaría Raúl García, que no pudo jugar en enero. El resto de los ingresos en la enfermería han sido pasajeros. Repasando las alineaciones se comprueba que en general ha podido disponer de sus elementos favoritos con una altísima frecuencia.

De repente se ha truncado esa tranquilidad que da el hecho de poder elegir. Garitano deberá agitar el grupo para recomponer la fisonomía del equipo. De Marcos y en un segundo plano Lekue asoman como las bazas para suplir a Capa, mientras que Balenziaga, quien se ha tenido que conformar con disputar seis minutos en dos meses, se perfila como el recambio natural de Yuri.

Dani García era clave en el esquema de Garitano y no se le espera hasta la próxima campaña. La solución señala al dúo San José-Beñat. Hablamos de los dos jugadores que han compartido línea con Dani García, con la particularidad que ni el uno ni el otro poseen la vocación y las características que adornan a este para ejercer la función que suele desempeñar. Pero es lo que hay. Garitano ha gestionado el curso con una nómina muy reducida de medios y ha prescindido olímpicamente de Iturraspe, Unai López y Mikel Rico. Su ostracismo se convierte en un inconveniente serio con seis compromisos en la agenda cuya trascendencia no precisa argumentación.