Una buena actuación
EL colectivo de árbitros de Rumanía no tiene buena fama en Europa. A nivel internacional, se les considera de la zona media, sin mucho nivel técnico. Pero ayer, en el tercer asalto europeo del Athletic en la fase de grupos de la Europa League, István Kovács dio la talla. La verdad es que el colegiado dio más de lo que se esperaba de él. Supo llevar bien el partido en todo momento. Y hay que decirle a la gente que cuando un jugador pide tarjeta amarilla al árbitro, este debe amonestarle. Es lo que hizo con Iñigo Córdoba, que fue correctamente amonestado. La UEFA ha mandado esta temporada una circular a los árbitros para que castiguen a los jugadores que protagonicen este tipo de acciones. Nadie puede pedir que se aplique el reglamento a su criterio. Por lo demás, solo hubo una jugada polémica en todo el partido. Fue en la segunda parte y tuvo como protagonista a Etxeita. Los jugadores del Ostersunds pidieron penalti por una mano del central de Amorebieta. Es verdad que el balón impacta en el brazo izquierdo del rojiblanco, pero el disparo se produjo de muy cerca y de forma involuntaria. La trayectoria, además, no va para portería. Por lo que, en mi opinión, acertó el colegiado rumano en dejar seguir el juego. Una cita en la que los pupilos de Ziganda no dieron la talla. Creo que deberían centrarse en la liga, porque este año en Europa pintan bastos.