EL canario Trujillo Suárez no tuvo que capear con jugadas conflictivas, salvo una en el segundo tiempo, cuando el balón impactó dentro del área en el brazo de San José. no existe penalti porque el jugador del Athletic no lo hace de forma voluntaria. Todo hay que decir que en la primera parte le perdonó la tarjeta amarilla al navarro por reiteración de faltas. Sí es verdad que Trujillo Suárez mostró un total de diez cartulinas, pero fueron a consecuencia de entradas a destiempo. En ningún momento se complicó la vida y se nota que esta temporada, su segunda en la élite, se va acoplando cada vez mejor al fútbol de Primera División. Por cierto, hay que destacar que las últimas directrices que han recibido los colegiados es que, cuando algún jugador protesta tras recibir la amarilla por saltar con los brazos en alto, puede ser amonestado de nuevo. Solo por advertir a los que saltan al césped.
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