Lobo o flor amarilla
TIRANDO del hilo del muy erudito diccionario Elhuyar, la etimología de Otxarkoaga es clara: la raíz Otxar- significa “rubia silvestre”, por lo que el barrio fue, en su tiempo, un lugar en el que abundan las flores amarillas. Hay quien asegura, sin embargo, que la procedencia es otra; que el prefijo es una desviación de otso-, lobo, lo que cambiaría el significado: lugar en el que abundan los lobos. Entre lobos y flores se enclavan los orígenes.
Es curioso el debate, ahora que el Ayuntamiento emprende una campaña, Yo con Otxar, que arranca de raíz las malas hierbas y apuesta por unas plantaciones de felicidad a tutiplén. En verdad el origen del barrio es otro más oscuro. Nació en los viejos tiempos del chabolismo y desde aquellos lodazales han ido en ascensión hasta convertirse en una tierra donde late el ímpetu, la inquietud por abrirse paso en tiempo también inciertos como los actuales. Lobos o flores amarillas, tanto da. La realidad es que el viejo barrio se ha convertido en motivo de orgullo para sus vecinos y motivo de ejemplo para una ciudad que aplaude sus quehaceres.