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Clase de historia

Cuando la historia quiere ser Historia comete un error mayúsculo. Porque todo lo grande está compuesto de minúsculas porciones. Y así la historia, concebida como un enorme mosaico de relatos y enfoques distintos, asume su plenitud de ciencia social. Los guardianes del Estado intentaron una narración unilateral de la dictadura y el terrorismo en Euskadi. Frente a ellos se alzó un proyecto de desmemoria encubridora de graves responsabilidades políticas y éticas. Las dos opciones compartían, por sus respectivas sentimientos de culpa, el miedo a la verdad, y ambas hurtaron a la sociedad vasca el derecho a contar y valorar, de forma coral, todo lo sucedido. Y ahora lo hace desde la fortaleza de su radiotelevisión pública y el pragmatismo del Gobierno vasco, ensanchando el camino de la convivencia con la serie Las huellas perdidas-Oinatz Galduak que arrancó ayer y que tuvo el sábado su anticipo con el documental Periodistas, nuevos caminos, presentado por Dani Álvarez, un preludio necesario.

Dividir la serie histórica en décadas, de los 60 al 2000, no es el formato más original; pero el tono nada dogmático, sensible y emocional, sin concesiones, acierta en el propósito de ser un contenedor de testimonios plurales, evitando la pretensión de constituirse en el relato oficial y categórico de cincuenta años, bien conducido por Amaia Cayero. Ese era su riesgo y lo ha salvado. Las miradas apuntan en todas las direcciones: unas hacen hincapié en las acciones de ETA, otras ponen énfasis en los crímenes del Estado y hay quienes contemplan los hechos al margen de la política. Puede ocurrir que este relato no termine de gustar a todos, pero tampoco disgustará a la mayoría, no por equidistancia sino por el propio equilibrio de una historia que tiene víctimas y culpables en diferentes sectores. No señalará ganadores ni perdedores: los buenos y los malos los fija cada uno y suelen ser opciones divergentes.

Las huellas perdidas es una clase de historia y también de ética. Y es una lección de auténtica televisión pública que engrandece a ETB.