Velasco consintió demasiado
LA verdad es que en un partido dominado totalmente por el conjunto de Ernesto Valverde, donde no hubo jugadas conflictivas en ninguna de las dos áreas, Carlos Velasco Carballo únicamente se tenía que haber ocupado de mantener la disciplina sobre el terreno de juego. El colegiado madrileño lo hizo así durante la primera parte, pero no tras el paso por los vestuarios. Aquí apareció la figura de Bailly. El central marfileño del Villarreal tuvo carta blanca. Hizo entradas a destiempo, protesto al árbitro todo lo que quiso y, lo que estuvo más feo y fuera de lugar, pisó a un rival sin venir a cuento. Que se lo digan a Aritz Aduriz, que sufrió en sus propias carnes las acometidas del defensa del submarino amarillo. Tampoco se quedó corto Roberto Soldado. Desde que el delantero del Villarreal entró de refresco se dedicó a provocar. En una jugada que le pudo costar cara, el atacante del conjunto castellonense comprobó que Velasco Carballo no le estaba mirando y pegó un puñetazo a Xabi Etxeita en la espalda, en una acción en la que el central rojiblanco se había adelantado totalmente. Tanto Bailly como Soldado debieron ser expulsados. Y hay que decir que el Athletic, al contrario que muchos equipos, no perdió tiempo llevando el balón al banderín. Somos excesivamente honrados, cosa que, por lo visto, no se lleva hoy en día, sobre todo en el torneo del K.O. Ahora a esperar al sorteo de mañana. Me gustaría que nos tocara el Mirandés y poder avanzar así de ronda. Por cierto, mucho ánimo a Raúl García y esperemos que no se le eche en falta.