El portal de la esperanza
NACIÓ un muy lejano 6 de octubre de 1682 en Durango y su bien ganada fama allende los mares. No por nada, a Bruno Mauricio de Zabala, el hombre que da nombre al barrio de Zabala, se le reconoce en las páginas de la Historia por su contribución a la fundación de Montevideo, capital de Uruguay. Varios siglos después, todavía puede leerse, en una placa comida por la herrumbre en su casa natal de Durango, una leyenda que reza A Bruno Mauricio de Zabala, fundador de Montevideo. Asociación Uruguaya de Football. 1924
Imagino que la inmensa mayoría de vecinos del barrio de Zabala desconocerá la historia del viejo capitán general del Río de la Plata, donde reprimió la piratería y se enfrentó a los portugueses, que se querían adueñar de la ribera oriental de La Plata. El fuerte que levantó para aquella defensa fue el germen del actual Montevideo. La lección de historia importa poco a los habitantes del bilbaino barrio hoy en día, supongo, aunque ellos también quieran defender su plaza y engalanarla. No en vano, la asociación de vecinos de Zabalaberri también pretende ahuyentar a los piratas de su zona y construir, sobre sus tierras, un próspero lugar en el que vivir. El Ayuntamiento de Bilbao ha acogido con agrado ese impulso popular, relanzando el barrio hacia un porvenir rosado como el revés de un naipe.
La revolución del barrio se ha convertido en una de las apuestas fuertes del consistorio para la presente legislatura. Era una decisión necesaria. No por nada, la regeneración en ese barrio era tan importante como mudar el aire de los pulmones, cambiar los números de un circo o variar las obras de un museo.
Contaba Eduardo Galeano, ahora que hablábamos de Uruguay, que allá en Caracas, en tiempos de crisis, a la entrada de uno de los barrios más pobres podía leerse una pintada reveladora: Bienvenida, clase media. La idea es otra. La idea es, sí, que la clase media pise el barrio de Zabala pero no empujada por los acosos y desmanes de los azares de la crisis, sino por la reconstrucción que allí se emprende. El objetivo parece ser ese: rescatar de las ruinas del ayer un barrio para el mañana. ¿Lo lograrán? Hay que esperar que así sea. La esperanza habita en uno de aquellos portales.