QUE no, que no. Que no quiere llevarlo todo al aire, quizás porque considera pornográfico que en pleno siglo XXI, la era de la recuperación urbanística de la villa, se luzcan semejantes vergüenzas a plena luz del día. ¿De qué secretos les hablo...? De los caballos de hierro que galopan por la Variante Sur Ferroviaria. Al parecer está previsto que entren para abrebar y cambiar de herraduras hasta el mismísimo Olabeaga, un territorio elegido como campo abierto para la regeneración. Fomento pensó que si por allí ya estaba excavada una trinchera de vías que dividía el barrio en dos merced a los trenes de cercanías, no era descabellado añadir el tráfico de los trenes de mercancías. Se ha dado de bruces con la respuesta ciudadana. A los vecinos no les agrada ver cómo anchan la cremallera que les separa del resto de la ciudad. Y al resto de la ciudad le parece de justicia que no castiguen más al barrio con esa fealdad necesaria. Desde el Ayuntamiento proponen que se circunvale el barrio, que se evite el tráfico rodado por uno de los rincones. Si la solución puesta sobre la mesa a modo de scalextric le parece una desmesura a los jerifaltes por el gasto les solicitan que, al menos, los trenes entren en Bilbao tapados, como ha de entrarse en los grandes templos de la humanidad. O sea, que se soterre su paso y sin hacer mucho ruido, que allí vive gente.