FERNÁNDEZ Borbalán realizó un arbitraje correcto en un partido en donde ni el Eibar ni el Athletic le dieron trabajo. Los rojiblancos, en el primer tiempo del encuentro, no dispararon a portería y en la segunda mitad tan solo lo hicieron en dos ocasiones claras. Ante esto, el colegiado supo llevar el partido con tranquilidad, sancionando lo justo y evitando sacar alguna tarjeta de más. Concretamente, en el minuto 2, estuvo bien la tarjeta a Ibai por agarrar a un contrario. En el 31, Ramis hace cuento como si le hubiesen dado un codazo y el árbitro no pica. Es muy frecuente en este jugador desde que jugaba en el Levante, buscar la falta, simularla sin que le toquen. Después, en el 32, Enrich penetra muy bien dentro del área rojiblanca y es agarrado por Aymeric Laporte de forma muy tonta. El jugador del Eibar cae en el área y Fernández Borbalán no lo duda. Penalti claro. Posteriormente, en el 35, se pide mano de Escalante dentro del área y efectivamente existe la mano, pero esta se produce por poco fuera del área. Luego no hubo más jugadas conflictivas aunque quiero recalcar que Laporte parece que, en algunas ocasiones, va de sobrado al encuentro del balón, como ocurrió en el partido de ayer. Por otro lado, ya lo dije la semana pasada, el Athletic debe tener paciencia con los chavales ya que en este partido han bajado su rendimiento. Y, un dato: ¿Cómo es que no se queda nunca un punta delante para inquietar a la defensa rival cuando despeja la zaga del Athletic?
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