Con las empresas de base tecnologócia se da una circunstancia muy curiosa: tenemos una gran tolerancia al sobreprecio que cargan a sus productos. De los beneficios declarados sobre los smartphones, por ejemplo y según Ipadizate, el 86% son para Apple y el 18%, para Samsung. ¿Por qué? Porque el margen de los de la manzana por cada iPhone es bastante más amplio que los de sus competidores. Y nosotros (hablo de mí porque tengo uno) pagamos sin rechistar. De hecho, hasta lo hacemos contentos. Un fenómeno que no acabo de explicarme.