HAY mentiras y falacias,y no sé cuál espeor. Mentira es quela razón del éxito de Podemossea la presencia de su cabeza delista, Pablo Iglesias, en las tertuliasaudiovisuales. Y falacia esque el joven profesor haya creadouna formidable corrientegracias a su habilidad comunicativaen los platós. Alguien soltóen la noche electoral la falsaverdad de que el triunfo dePodemos tenía su raíz en la teley rápidamente hizo fortunaentre los analistas. No hanentendido nada. Porque Iglesiases la negación del líder carismático:su perfil emocional es frío ydesabrido, con un lenguaje corporalgrosero y sin apenas sonreír.Su intención ha sido cultivaruna identidad intelectual,sin lugar para un corazón entusiasmado.Solo por esto hubierafracasado.
Las causas son extramediáticas:lo político, lo formal, lo oportunoy lo virtuoso. En lo político,Podemos ha sido el refugio acogedorde los indignados y huérfanosde la izquierda. En lo formal,ha calado la simplicidad desus mensajes y el pensamientoeslogan.En lo oportuno, hacapitalizado el rechazo a lospartidos con una alternativainnovadora. Y en lo virtuoso, hahuido demostrar ambición depoder, como un líder casual.
También le ha ayudado la marca,al estilo Obama; una estéticasingular, el rescate de la utopíay que los más torpes defensoresde la derecha (Marhuenda,Inda, Rojo y otros) confrontarancon él, referenciándole comoadalid frente a los trovadores deun sistema despiadado.Tampoco Javier Nart y Ciutadansle deben sus escaños a latele. La derecha navajera necesitabaa un tipo agresivo y encontraronen el cínico tertuliano elperfil idóneo. Para un propósitonoventayochista: que el ciudadanoespañol supere su complejode inferioridad.
Si hubiera alguna explicacióntelevisiva para la sorpresa del25-M la hallaríamos en JordiÉvole. Cautivo y desarmado elPSOE por el zapaterismo, lanarrativa crítica de Salvados seha decantado en elmovimientoPodemos. Temo que ahora losestrategas electorales conviertanlas tertulias en laboratoriosde ensayos.