MCC: Demasiadas dudas
toda crisis tiene una naturaleza compleja y extremadamente despiadada, sobre todo cuando no se sabe afrontar con realismo y pragmatismo. En este sentido, es difícil encontrar un ejemplo mejor de esa naturaleza que el que viene de la mano del mayor icono del cooperativismo vasco, MCC, que es también el mayor grupo industrial de Euskadi. Su deambular en los últimos meses pone de manifiesto hasta qué punto se puede ser vulnerable a los avatares de una crisis internacional, aunque su esencia empresarial como grupo cooperativo le conceda un plus de credibilidad al estar, en cierto modo, al margen de las corrientes económicas desregularizadas del neoliberalismo.
En efecto, todo hacía pensar que la política de MCC contaba con la máxima transparencia y, por ello, con la aquiescencia de sus trabajadores, que son en su mayoría socios-cooperativistas. Sin embargo, la práctica no siempre coincide con esa teoría y los serios problemas en Fagor Electrodomésticos han desembocado en un concurso de acreedores y dando pie a que los propios cooperativistas señalen que "nos sentimos engañados", tras conocer hace cuatro meses (octubre del pasado año) el anuncio del cierre de Fagor Electrodomésticos.
Y esta semana también hemos sabido que MCC rechaza el plan de viabilidad para las plantas de Basauri y Bergara. En opinión del Gobierno vasco, que hasta ahora se había mostrado muy crítico con las decisiones del grupo, se trata de "una decisión suficientemente contrastada, madurada y con responsabilidad", según la consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia, añadiendo que "el Grupo Mondragón se ha implicado en la búsqueda de una solución y nos consta que la decisión se ha tomado con criterios de viabilidad".
La reacción de los trabajadores ha sido discrepante -"Nuestro plan ofrece garantías suficientes de rentabilidad en los primeros años que nos van a permitir constituir una base sólida para establecer un adecuado futuro"- pero no ha estado alejada de ciertas dosis de prudencia en la medida que ponen su objetivo en la recolocación de los afectados. "Ahora más que nunca, es fundamental el compromiso inequívoco de Mondragón Corporación con el empleo de los socios trabajadores de Edesa".
En otras palabras, estamos ante un gigante que, a día de hoy, se puede decir que tiene los pies de barro como consecuencia de la crisis de Fagor y los problemas de Eroski. La posibilidad de un contagio al resto de empresas del grupo conlleva un riesgo sistémico para la economía vasca, poniendo en peligro no sólo los más de 33.000 puestos de trabajo del grupo. Y esta podría ser una de las razones por las que se hacen oídos sordos al plan de viabilidad en detrimento de los trabajadores de Basauri y Bergara. En ocasiones, para preservar lo sano no basta con intentar curar lo enfermo y hay que proceder a la amputación de lo insalvable.
Claro que, por otra parte, la posibilidad de un riesgo sistémico abre la puerta a un nuevo cuarto oscuro donde seguimos sin vislumbrar la profundidad y gravedad del tejido dañado en MCC. Duda y preocupación que se agravan por la falta de noticias, así como por la prudencia con la que Gobierno vasco y afectados asumen el rechazo al citado plan de viabilidad. Recordemos que hasta el pasado 16 de octubre, los socios cooperativistas de Fagor desconocían la existencia de problemas cuando éstos se venían arrastrando desde hace años.
Ahora, tras la dimisión del último presidente de MCC, Txema Gisasola, se prometió una nueva hoja de ruta, pero poco se sabe de la misma. Sólo ha trascendido su negativa a responsabilizarse en la posibilidad de mantener activas dos plantas, porque "generaba muchas dudas", como si el oscurantismo en el pasado más reciente y el silencio actual no fueran suficientes ingredientes como para poner el alma en vilo a la sociedad vasca en general y a los trabajadores del grupo en particular.
Convendría que la política de comunicación fuera más transparente. No se trata de conocer las razones del rechazo a la viabilidad de las plantas de Basauri y Bergara, sino de saber el estado de salud del propio grupo.