Hacer el chino
hacer el chino: dícese del método industrial cuya prioridad es fabricar al menor coste posible, sin importar la calidad y otros resultados de valor añadido ni tampoco los derechos de los trabajadores y el medio ambiente. Gran parte de la economía vasca está bajo este síndrome productivo en la creencia de que trabajar así, más, peor y por mucho menos, la rescatará de la recesión. A la tele también le afecta esta fiebre amarilla y se le exige seguir programando como hasta ahora, pero a mitad de precio, en virtud de la mengua presupuestaria y la caída de ingresos publicitarios. Con una reducción del 17% en sus recursos, ETB se aprieta las tuercas -y se las ajusta a las empresas audiovisuales- para que nuestra radiotelevisión pública sobreviva a la crisis y a su voraz aliado, el monopolio privado de la comunicación.
De esta épica de resistencia surgen los nuevos programas Ongi Etorri, Perdiendo el Norte y Desmontando Euskadi, que tienen en común tres factores, además del gerundio: buenos profesionales, esforzado reporterismo y presupuestos de risa. Y también una nula originalidad y la pertinaz apelación a lo típico y lo tópico. El primero, conducido por Patricia Gaztañaga, es una versión más del exhibicionismo de casoplones y pisos sin más encanto que las excentricidades de la gente proyectadas en sus hogares. El segundo, dirigido por José Antonio Pérez, es un desahogo de los males españoles a modo de inútil terapia reparadora. Y el tercero, que se estrena hoy, es obra de los creadores de Vaya Semanita y Goenkale, obsesionados con redimirnos de los estereotipos vascos. ¿Pero no nos habíamos mofado ya lo suficiente de nuestros complejos?
Solo hay dos formas de producir en la penuria: hacer el ridículo, como Intereconomía con un programa -cutre no, lo siguiente- de música clásica que roba imágenes de orquestas en YouTube para no pagar derechos a intérpretes y discográficas. O hacer el chino, como ETB, cámara al hombro y buscando testimonios por doquier. Muy digno, pero así la tele empieza a parecerse demasiado a la radio.