Retos y preocupaciones
Esta semana se ha caracterizado por su marcado acento político. El Parlamento e Iñigo Urkullu, que hoy jura su cargo bajo el árbol de Gernika, han protagonizado la actividad política en una larga sesión de investidura que nos ha dado las, en algunos casos preocupantes, claves e intenciones de los distintos grupos para los próximos años. Sus Señorías han debatido dilatadamente para un resultado final previsto de antemano.
Se acabó el lastre de los tiros y las amenazas. Y comienza la X Legislatura.
El nuevo Gobierno y Parlamento, aunque merecen que les otorguemos nuestra confianza como representantes de los deseos de la ciudadanía, deberán tener en cuenta que en Euskadi la política nos importa. Para bien o para mal no somos pasotas ante cómo nos administran lo público. Y es bueno y necesario que así sea por el derecho que nos asiste a que lo hagan bien.
Todo lo contrario a lo que defiende la conocida expresión de laissez faire, laissez passer , que, aunque surgida en el siglo XVIII contra el intervencionismo estatal en la economía, hoy a veces se aplica con cinismo por quienes prefieren que la ciudadanía se limite a su participación en las elecciones cada cuatro años. Nuestra implicación tiene mucho que ver, además, con un pueblo deseoso de romper con las trabas sistemáticas que Madrid y Paris imponen contra la, aquí, tan deseada normalización política. Que, dicho de otra manera, es acabar con nuestro descontento histórico originado en el expolio sistemático de nuestra capacidad de decisión.
El nuevo Gobierno tiene delante todos los retos posibles. La difícil situación económica y su posición de minoría numérica parlamentaria marcarán de raíz sus actuaciones y convertirán su gestión de los próximos tiempos en capitales para nuestro futuro inmediato.
La situación no está para frivolidades y demagogias, por lo que es necesario apelar a la responsabilidad de todos los grupos políticos en esta difícil situación de crisis, de tal manera que se posibiliten los acuerdos alejados de posiciones maximalistas que no entenderíamos los hombres y mujeres de a pie.
En cualquier caso, deberemos prestar más atención que nunca a aquellas decisiones que marcarán directamente nuestro porvenir a corto y medio plazo.
Para finalizar, aprovecho la oportunidad que me brindan esta líneas y desear al lehendakari y a su equipo bien hacer y clarividencia en estos, seguramente, complicados cuatro años. Zorionak eta aurrera!