Solo falta un día
VEINTICUATRO horas. Un día para comenzar a mirar a los tiempos futuros con el optimismo que da la seguridad del cambio que se va a producir por deseo de la ciudadanía.
Hace tres años y medio no correspondía gobernar a los que ahora están en funciones. Esta vez les será casi imposible repetir la jugada de ir contra la voluntad mayoritaria vasca puesto que sí estarán presentes todas las sensibilidades políticas abertzales.
Decía en un artículo al principio de esta serie que me gustan las campañas, ya que son el momento de mayor cercanía política y, tras ésta, me reafirmo en ello. Una vez más, los quince días de campaña han demostrado quiénes se comprometen verdaderamente ofreciendo propuestas concretas de y para nuestro país o aquellas otras fuerzas políticas de distinto signo que viven a gusto en el enfrentamiento para no decirnos cómo pretenden gestionarnos el día a día.
En esta campaña no me han llamado la atención, por esperadas, las argumentaciones del PP basadas en tremendismos que ya no cree nadie, o las del PSOE intentando justificar que han estado en la pomada aunque no haya sido así (recordemos la foto del candidato trabajando).Lo que más me ha sorprendido ha sido la coincidencia entre ésos y Bildu en el ataque feroz contra el PNV. Cuando, por otra parte y curiosamente, ha usado iconos de ese partido como el lehendakari Agirre y su Gobierno.
Lo malo de los discursos vacíos es que aumentan la falta de credibilidad de los y las políticas, con la consecuencia inmediata de debilitamiento del sistema democrático. Por el contrario, la democracia necesita del espíritu crítico de la ciudadanía, para obligar a las personas que se dedican a la política a que la fortalezcan trabajando bien, honesta y sensatamente.
En esta campaña electoral hemos tenido hasta manifestación de la ultraderecha. En alegre excursión vinieron de España a manifestarse contra el Partido Nacionalista Vasco. Al parecer Jardines de Albia y la estatua de Sabino Arana son lugares de su apetencia porque repiten cada vez que pueden o les parece que está en riesgo esa unidad española que cuestionan millones y millones de ciudadanas y ciudadanos.
Euskadi, Catalunya, Escocia, Flandes… Somos muchos los pueblos europeos que, cada vez con más fuerza y mejores resultados, coincidimos en la defensa de nuestros derechos nacionales. No porque si, sino por el convencimiento que da la certeza de saber que se aprovechan los recursos mejor y se responde a la ciudadanía como se merece cuando se gestiona en casa.
Mañana toca votar. No de cualquier manera. Votar con responsabilidad para construir país, con el buzo puesto como decía ayer Iñigo Urkullu. Votar trabajo serio, de ese sin ruidos pero eficaz. Votar atrevimiento y voluntad que lleve a Euskadi hacia delante, sin perder el tiempo ni los papeles.