Danza y teatro 'alimentan' el verano
Cuando los teatros están cerrando sus actuales temporadas de programación, este fin de semana el Festival Internacional de Danza Lekuz leku invade artísticamente la zona bilbaina de Abandoibarra. Actuarán compañías procedentes de Alemania, México, Holanda, Galicia, Madrid, Cataluña, Aragón y Euskal Herria. Mikel Aristegi presenta en Batteleku batean las conclusiones de una investigación coreográfica sobre el trabajo de los remeros y los pescadores. Noemí Viana y Jesús Rubio traen una pieza titulada Pi -20. La compañía Krego-Martín Danza presenta Así y restar, que especula sobre la aceptación de un individuo por parte del grupo. David Zambrano baila su coreografía al ritmo del Stabat mater, vestido con una larga camisa de sacerdote hindú. Este festival ofrece también tres espectáculos de intercambio autonómico. La compañía aragonesa de Ingrid Magrinya y Julián Juárez trae una pieza titulada Hombre-piel. La catalana Virginia García y el vasco Damián Muñoz proponen Rojo manso. La compañía de Vero Cendoya presenta The trup, una propuesta de danza-teatro.
En el teatro Campos Elíseos, el cómico Javier Sierra protagoniza en solitario el espectáculo Pigmalión y yo. Con mucho humor, reflexiona sobre la (im)posibilidad de conseguir los propios deseos. Defiende la tesis de que, si se pone mucha fuerza, se logra lo que se desea.
Mientras tanto, los teatros consolidados de nuestro entorno ya anuncian los espectáculos que ofrecerán en sus semanas grandes o fiestas patronales. En sus fiestas de julio el Teatro Barakaldo se va a orientar por el humor. Ofrecerá tres opciones: En Para lo que hay que vivir… mejor no morirse, con Gorka Otxoa y Carla Hidalgo. Por los pelos da mucha participación a los espectadores en el desenlace del conflicto. Muu2 viene con la garantía de Yllana y la dirección de David Ottone.
En Bilbao, los espectáculos con vocación mayoritaria para la Semana Grande se inclinan por los musicales. Tanto Sonrisas y lágrimas, en el Palacio Euskalduna, como My fair lady, en el Teatro Arriaga, se apoyan en referencias cinematográficas que permanecen en el recuerdo. También añaden el atractivo de la popularidad de los principales protagonistas. Paloma San Basilio puede presumir de una brillante trayectoria como cantante y en la interpretación de musicales. Carlos Hipólito viene con la credencial de buen actor y la curiosidad de su última dedicación a este género musical.
La alternativa cómica en la capital la podrá Moncho Borrajo con Golfus hispánicus. Bibiana Fernández y Loles León traerán la nota personal con La gran depresión. También el mismo Teatro Campos nos acercará el Cabaret Burlesco con la obra Le chat noir.
Tampoco faltará el género lírico ni el teatro de texto en la Semana Grande bilbaina, sobre todo en el ampliado Palacio Euskalduna. La zarzuela elegida este año es El huésped del sevillano. Como corresponde a las fechas, la comedia intentará hacernos olvidar las penas. Gabino Diego encenderá la luz con El apagón. Antonio Melero será El tipo de al lado de Maribel Verdú. Estará presente Aquí no paga nadie, de Darío Fo. Pero quizá el tema más en boga sea la comedia Burundanga.