Esperar que un programa empiece a las doce y diez de la noche y que no lo haga hasta las doce y media no predispone bien a los espectadores (ni a los críticos). Es lo que sucedió el lunes con Plató 2.0 en ETB-2. El avance de contenidos incluía una entrevista con Jesús Eguiguren para hablar del año transcurrido desde las elecciones autonómicas. A la primera pregunta de Dani Álvarez, el presidente del PSE-EE respondió con una afirmación contundente: "Creo que habrá pocos gobiernos que hayan cometido menos errores que éste (el de Patxi López)". Ante tamaña falta de humildad, el moderador preguntó -con delicadeza, eso sí, y atribuyendo la duda a otros- si eso no sería "porque no tienen programa". Eguiguren resopló, de verdad que lo hizo, y a partir de ahí fue evidente que no estaba cómodo. Bien es cierto que su incomodidad puede deberse al disparatado mobiliario en que se colocan entrevistador y entrevistado -que les obliga a estar tiesos en la butaca, en un plató poco acogedor y sin ningún tipo de elemento auxiliar-, pero también puede ser que no esperara un inicio tan incisivo. Durante los 18 minutos que estuvo allí pareció agobiado. Dani Álvarez le hizo montones de preguntas, un cuestionario muy diverso que sólo al principio abordó el balance del nuevo Ejecutivo y después transitó por caminos por los que Eguiguren se mueve con más soltura. A su espalda, un vídeo repetía incesantemente la cabecera del programa y contribuía a adormecer a los espectadores en un efecto tecnológicamente perverso. Después tocó sacar las cámaras a la calle para preguntar a los ciudadanos sobre el aniversario del 1-M y esto sí que fue raro de verdad: de los nueve encuestados, los nueve eran varones y, en apariencia, ocho de ellos jubilados (será porque tienen más tiempo) No se trataba de hacer un estudio demoscópico, pero la muestra no puede decirse que fuera plural. Y como cierre, la tertulia: con tres colaboradores o redactores de Vocento y uno de Gara. En aras de la diversidad había ¡una mujer! ...y ya era tardísimo.
