¿Separación de poderes?

Está visto que nuestra clase política (de todo el arco parlamentario) no entiende muy bien lo que significa la separación de poderes; cuando una sentencia es favorable a sus intereses leemos afirmaciones como “hay que respetar las sentencias judiciales”, “es un éxito sin precedentes de la democracia”, “la justicia funciona”. Pero cuando no es favorable, “golpe judicial en toda regla”, “una auténtica vergüenza”. Sin comentarios.

Los que aplauden a rabiar la condena al fiscal general del Estado criticaron sin piedad la sentencia del caso Gürtel (juzgado también por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. ¡Qué casualidad!). La tortilla se dio la vuelta, por ejemplo, con la sentencia de los ERE en Andalucía; los que defienden al exfiscal general criticaron ferozmente al TSJ de Andalucía y al Tribunal Supremo.

Desde estas líneas insto a la clase política que tenga la boca cerrada y respeten con hechos la separación de poderes (y no con palabras, que se las lleva el viento).