El huevo
No se sabe con precisión quién fue antes, si el huevo o la gallina, pero todo hace suponer que sería esta, que es tan laboriosa y fina. Hoy hablamos del huevo, un producto tan alimenticio y sin duda uno de los más socorridos en la cocina, y cuyo precio se ha disparado un huevo, valga la redundancia. Temerosos del contagio de una gripe aviar que puedan sufrir sus productoras, de otras aves procedentes de su emigración, desde el norte hasta el sur, se ha optado por encerrarlas un tiempo cada día, lo cual afecta a su productividad que al parecer es menor, así como al color del huevo, que no es tan amarillo.
Este gran protagonista como es el huevo siempre ha llamado la atención, que si lo añadimos a una ensalada, el precio de esta se dispara un huevo. Es un producto y un alimento que además de muy socorrido, no dejamos de citar, ¡me importa un huevo!, por ejemplo, pero en esta ocasión sí nos va a importar, porque su precio se ha disparado ¡un huevo!
Antxón Villaverde
Votar estando bien informado
Lo mismo que todo el mundo “normal” entiende que no se debe hablar sin saber o por lo menos que hay que hablar con algún conocimiento para llegar a algo constructivo, y para no terminar hablando como los loros, pienso también que no se tendría que poder votar sin estar bien informado. No se tendría que poder votar si la mayoría de la información de la que te nutres es falsa y estás siendo engañado constantemente con mentiras.
Y en eso de la desinformación, la información engañosa y la manipulación, los partidos de extrema derecha y de derecha extrema son hábiles. Diría que son los que más utilizan este “arma” de manipulación y degradación de la democracia que se está normalizando hasta el punto de que si alguna persona dice la verdad, se le mira como a un bicho raro y se inicia una campaña de desprestigio en su contra por haber sido tan descarada de haber dicho la verdad.