Nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena: “Santa Bárbara doncella, líbranos de la centella y del rayo mal parado…”. ¿A quién invocamos contra la falta de prevención y medios? ¿A quién, frente al desmantelamiento sistemático de torres de vigilancia, o recortes en brigadas de limpieza forestal y cortafuegos? En la Comunidad de Madrid el tiempo de contrato de los bomberos forestales es, con suerte, de 4-6 meses al año. Estamos padeciendo al menos una veintena de grandes fuegos; más de 500 hectáreas. De Galicia al Bierzo, de Castilla y León a Navarra, las llamas han mordido millares de hectáreas en cuestión de horas y obligado a desalojar a miles de personas de sus hogares. Los incendios de este año son fruto de una combinación de factores que requieren acciones estructurales para evitar recurrencias. Y entre tanto, Mañueco está en Cádiz y su consejero de Medio Ambiente, de comida en Gijón, tardaron 96 horas en dar señales de vida, tras ser informados del caos. Lo que vulgarmente se conoce como “hacer un Mazón”. Y en lugar de “apagar el fuego”, va el consejero y suelta con sorna una oración declarativa: “Tengo la mala costumbre de comer”. Pues claro, hombre. Y también los bomberos, policías, pilotos, vecinos, Cruz Roja, sanitarios, periodistas, etc. Deplorable. Mucho Ventorro veo yo por ahí…
