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Cartas al director

La maldad

La maldadEuropa Press

Decepción por quienes nos gobiernan.

Impotencia ante la inacción, dejación, cobardía de todos los países que miran hacia otro lado. Repugnancia y asco por los asesinos, por los que disparan y por los que desde sus despachos dirigen la ignominia, el gobierno sionista de Israel es nauseabundo.

Judíos del mundo entero se avergüenzan por los crímenes que se cometen en su nombre, los aniquilados por los nazis se revuelven en sus tumbas de terror. Asco por la población israelí, la mayoría indiferente a lo que su gobierno hace a sus vecinos palestinos con los que podría haber convivido desde hace décadas y decidió que no, aniquilación y expulsión, previo robo de su tierra. Asco por esos gobiernos que criminalizan la solidaridad, por los gobiernos que apoyan su macabro objetivo y les jalean. ¿Se puede apoyar los asesinatos, la destrucción, la violencia? ¿En el nombre de qué? ¿Es un niño un terrorista? ¿Un hospital, una escuela, una cola para comida son un nido de terroristas? ¿Se puede ser cómplice de toda esta barbarie?