Vemos que el personal se escandaliza y con razón, por los altos precios de la vivienda, su compra y alquiler, lo que es cierto, que imposibilitan su acceso, pero no nuevo. Los que tienen, tenemos, cierta edad recordamos cómo en las décadas de los años 50,60 e incluso 70 del pasado siglo, había viviendas en las que residían familias compuestas de abuelos, hijos y nietos por la dificultad de emanciparse ante los altos costos de las viviendas, alquiler incluido, salvo algunas excepciones, e incluso se recurría al alquiler de habitaciones. Recordemos la proliferación del chabolismo en las grandes capitales, tanto en esos años como en anteriores. Luego, es cierto vinieron unos años de bonanza en que el tema mejoró, hasta que llegaron determinadas crisis económicas, sociales y laborales.
No hay nada nuevo bajo el sol y ello significa lo poco que hemos avanzado y lo poco que hacen los gobernantes responsables para evitar estas situaciones indignas e ilógicas, incluso contrarias a la propia Constitución.