Hay que priorizar las relaciones con Francia antes que con el Reino Unido del Brexit o los EE.UU. de Trump, que no mira hacia Europa. Yo creo que los Reyes y el Gobierno del Estado no calibraron bien que la reapertura de la catedral francesa iba a ser más sonada de lo que se preveía. Era labor de la embajada en Francia advertir que el acto de Notre Dame estaba cogiendo categoría por sus invitados y resonancia mundial. Alguien no hizo su trabajo.
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