Aunque la mona se vista de seda mona se queda. El acuerdo de los partidos que se dicen de izquierdas me ha causado una impresión tremenda en positivo, negativo y neutro. Es la primera vez que los políticos me han hecho reír, tal vez sea por no llorar. Querer transformar un monumento fascista hasta el tuétano en algo democrático, hermoso y agradable a costa de una criatura delicada y tierna asesinada por los matones invertebrados de la ignorancia es difícil, muy difícil de digerir.
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