Para acabar con los macarras del fútbol te tienen que empezar a dejar de gustar los de tu equipo y dejar de justificarles, lo mismo que con los asesinos y terroristas en la política, ya sean de Corea del Norte o de Israel. Para acabar con estas lacras o se juzga negro sobre blanco o todo es una puesta en escena para engañar a la sociedad más estúpida y menos inteligente.