Siendo de candente actualidad en la Europa pionera en temáticas de transexualidad, en honor a la diversidad y pedagogía de la pluralidad, pienso que pronto nos llegarán experiencias en países de mayor recorrido y que hoy dan marcha atrás ante las repetidas y catastróficas consecuencias. Reino Unido tras 20 años cerró la única clínica pública de referencia en 2022 y en marzo ha decidido poner fin a todo tratamiento farmacológico a menores, abandonando las directrices impuestas por la asociación mundial WPAHT, y personalizar cada caso para tratar por psiquiatras y psicólogos.
Reino Unido, Finlandia, Noruega y Suecia, arrepentidos han parado hasta las fiestas trans. Francia, Australia y Nueva Zelanda se lo piensan. Aún no llega ese eco.