El incorrecto proceder del presidente de la Federación Española de Fútbol se suma a escándalos y demandas judiciales que arrastra, ante los cuales demostró su soberbia y chulería, como lo ha hecho ahora tras sus vergonzosos gestos. Al margen de ese piquito fuera de lugar por improcedente, debe añadirse el daño efectuado a la gesta de un grupo de mujeres que han conseguido el Campeonato Mundial de Fútbol Femenino y del que menos se viene hablando, minorizándose con ello su gesta deportiva.

Igualmente no se concibe que este personaje pudiera haber sido presidente de nada y más escandaloso el salario que venía percibiendo, que junto al de la vicepresidencia de la UEFA le suponía la cifra de un millón de euros brutos anuales, además de otras dádivas como el coche oficial, ayudas para la vivienda, etc. 

¿Qué o quién justifica esos sueldos y por qué no se habla de ello? ¿Qué méritos hizo este hombre para llegar donde estaba? ¿Cuántas personas en dicha federación o en otros organismos similares siguen gozando de esos emolumentos y cuáles son sus gestas o méritos?... Confiemos que se haga justicia y se le ponga en su sitio a este personaje, así como a quienes han apoyado su gestión, y tengamos en cuenta que todo esto no es cuestión de feminismo ni machismo, más bien de incorrección, degradante social y educativa.