La inteligencia artificial plantea algunas preguntas éticas fundamentales: ¿es ético recrear digitalmente a alguien que ya no está con nosotros? ¿Qué derechos tienen las personas fallecidas sobre su imagen y voz? Además de la ética, también se deben considerar las implicaciones jurídicas. Los fallecidos ya no pueden consentir el uso de su imagen y voz, por lo que recrearlos digitalmente sin su permiso podría ser una violación de su dignidad. Sin duda, nos encontramos ante un dilema moral y jurídico complejo. Por eso, es fundamental que se establezcan marcos legales y éticos claros para regular el uso de esta tecnología y asegurarse de que se respeten los derechos y la voluntad de las personas fallecidas, al tiempo que encontramos formas respetuosas de recordar y honrar su memoria.