Así empiezan muchos de los cuentos que escuchábamos de pequeñas. Y seguían con diferentes y sutiles micromachismos que dimos por buenos durante años. Ahora ya no. Ha pasado tanto que ya no pasamos ni una. Excepto alguna reina de carne y hueso, porque se ve que puede más la buena vida que la vida buena. Ahí tenemos el ejemplo de la emérita, que no es ejemplo de nada, y que parece estar esperando a que la naturaleza siga su curso en vez de coger el toro por los cuernos. ¡Huy!NOTA DE REDACCIÓN. Las cartas no deben superar los 500 caracteres y deben estar identificadas con nombre y apellidos de su autor, así como la dirección, teléfono y el DNI.