Has venido de lejos de Euskadi y de Navarra, / te han contado con trazos ajados nuestra historia más trágica, / esa que padecimos como pueblo en años del franquismo, / atados y humillados al yugo del tirano. / También la que soñó con la revancha, / la que forjó cautelas en medio de silencios, / la que creció extremada en medio de los odios / hasta atentar con fuego en la noche más larga / cegándose en la acción y reacción / de este lastre sangriento. Cada cual rememora la trinchera que ocupó / diciendo defender el fin de la violencia; / cada cual reflexiona su monumental perdón / ante el inmenso dolor y el odio fomentado. / Cada cual sabrá si, en fin, ha fortalecido en parte la antiquísima nave / de su pequeña patria, profundizado el calado de su cauce, / y esclarecido ese puerto de paz donde ha largado el ancla.