Pedro Sánchez despidió los “estados de alarma” por los de “unidad” y convivencia. No se da cuenta que al menos los llamados nacionalistas, jamás dejaremos de perseguir nuestra ansia de ser nosotros mismos, con nuestras leyes, usos y costumbres, lengua sin igual, nuestros deportes y mil factores más que es lo contrario de lo que ellos que se titulan de demócratas. Ellos quieren ser monárquicos, centralistas y su forma total de ser diferentes e impositivos con su “España Una, Grande y Libre”, su benemérita y sus gobiernos de ladrones, sus GAL, “triples AAA” y mil mercenarios más, sus cárceles, muertos en las cunetas y aún nos vienen con la convivencia cuando para nosotros son un castigo con su “transición modélica”. El mundo al revés, nosotros renunciando a nuestras virtudes y ellos asestándonos golpes con incumplimientos anunciando convivencia pero a su manera. Ellos con sus torturadores que mueren en la cama, y su justicia queda muda. Los miles de millones conseguidos mediante malas artes por su anterior rey y aún así reconocerlo como intocable. ¿Es ese un país serio? ¡Que se vayan todos los impositores foráneos del mundo! Empezando por Cristóbal Colón.