¿Alguien sabría explicarme cómo es posible que a día de hoy, con numerosos aspectos de ocio recuperados, con centros de día para mayores operativos, con la posibilidad de movernos libremente y recuperada cierta normalidad, los centros escolares permanezcan cerrados para la mayoría de los menores? El esfuerzo de aparentar que todo está bien, que se puede con ello y que saldremos adelante está colmando el vaso de la paciencia de los padres de esos niños y niñas que ven cómo sus hijos son considerados ciudadanos no ya de segunda sino de tercera división, incluso. La educación es un derecho recogido en numerosos tratados internacionales de derechos humanos, pero parece que en pleno siglo XXI y en esta parte del mundo se ha decidido que no es importante para los niños. Esto va a explotar por algún lado y mucho más antes que tarde. Estoy segura.NOTA DE REDACCIÓN. Las cartas no deben superar los 500 caracteres y deben estar identificadas con nombre y apellidos de su autor, así como la dirección, teléfono y el DNI. DEIA se reserva el derecho a la edición de las mismas.