En estos momentos tan delicados, me gustaría agradecer el detalle que tuvieron mis vecinos: me hicieron llorar de alegría. Soy una señora de 96 años, el día 22 de marzo los cumplí, mis vecinos de escalera sabían que no podría celebrar este día con todos los míos y me dieron una sorpresa: me hicieron una tarta con sus velas y regalos, me llamaron a la puerta y al abrir me cantaron Zorionak zuri todos juntos. Estas cosas son para contar. Se agradece que siempre haya personas con un gran corazón. Muchas gracias a todos ellos.